Al contrario de este último, el Selfifeeder reduce el tiempo de espera pues el estrés al comedero y permite una gestión simplificada, banda por banda, con una conducción estática.
¿Explicación? Con un precio más barato y un sistema mecánico simplificado, el concepto Selfifeeder cuenta con 3 a 4 más alimentadores que un sistema DAC.
La cerda autorizada a acceder al alimento entra en uno de los alimentadores y está aislada inmediatamente de sus congéneres con una portilla trasera automática. Una antena RFID reconoce el chip electrónico del animal y autoriza la distribución en función de su curva de alimentación.
Se entrega una primera dosis de alimento con agua. La segunda seguirá en cuanto las sondas detectarán un comedero vacío, y así sucesivamente hasta el final de la ración diaria.
De esta manera, se adapta la distribución al ritmo de cada animal, y eso sin desperdicio de alimento.